El término bioeconomía significa una economía derivada de la producción de recursos biológicos renovables y la conversión de estos recursos y los flujos de residuos en productos con valor añadido, como piensos, bioproductos o bioenergía.
La bioeconomía se ha convertido en un concepto clave para marcar las prioridades de un desarrollo sostenible, y surge como respuesta a los diferentes retos a los que la sociedad actual debe hacer frente, como son la garantía de suministro y reparto justo de los alimentos, la mitigación de los efectos del cambio climático y la reducción de la utilización de combustibles fósiles. En ese entorno, la ciencia, la investigación y la innovación son imprescindibles para marcar la dirección hacia un uso más eficiente de los recursos.
La Comisión Europea publicó en febrero de 2012 una Estrategia en materia de bioeconomía dirigida a orientar el desarrollo económico europeo hacia un uso mayor y más sostenible de los recursos renovables, denominada: «La innovación al servicio del crecimiento sostenible: una bioeconomía para Europa». Dicha Estrategia formula un planteamiento coherente, intersectorial e interdisciplinario al respecto. El objetivo es una economía más innovadora y con bajas emisiones, que concilie las demandas de gestión sostenible de la agricultura, la ganadería y la pesca, la seguridad alimentaria y la utilización sostenible de los recursos biológicos renovables para fines industriales, garantizando al mismo tiempo la biodiversidad y la protección del medio ambiente. La Estrategia se centra en tres aspectos principales: creación de nuevas tecnologías y procesos, fomento de los mercados y la competitividad en los sectores de la bioeconomía y estímulo de una cooperación más estrecha entre los responsables políticos y las partes interesadas.
La Unión Europea está comprometida con la aplicación de la Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible. El desarrollo sostenible, íntimamente ligado con la bioeconomía, es desde hace mucho tiempo un eje central del proyecto europeo. Este desarrollo ha de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras. Forman parte de los objetivos de desarrollo sostenible, una producción alimentaria viable, una gestión sostenible de los recursos naturales y medidas a favor del clima, y un desarrollo territorial equilibrado así como contribuir al suministro sostenible de alimentos mediante la acuicultura y la pesca sostenibles.
Andalucía no puede ser ajena a la evolución de las tendencias en bioeconomía y debe contribuir a dar solución a los retos que se plantean a la sociedad en su conjunto, garantizando una explotación sostenible de los recursos, mitigando los efectos negativos sobre el clima, evitando la pérdida de biodiversidad y fomentando el uso de energías renovables con reducción de la dependencia de combustibles fósiles y la obtención de nuevos productos con valor añadido, bien destinados a la alimentación o a otros usos.
El concepto de economía circular y su relación con la bioeconomía
La economía circular se define como una economía basada en el mantenimiento del valor añadido de los productos el mayor tiempo posible de manera que se mantengan los recursos en la cadena productiva incluso cuando un producto ha llegado al final de su vida.
Se trata de un concepto estrechamente ligado a la sostenibilidad que persigue que el valor de los productos, los materiales y los recursos se optimice reduciendo al mínimo la generación de residuos. Consiste en un nuevo modelo económico circular (no lineal), basado en el principio de “cerrar el ciclo de vida” de materias primas, productos, residuos y energía.
La bioeconomía ha de formar parte de la economía circular, de manera que los recursos biológicos mantengan todo su valor en la cadena productiva logrando que no existan recursos sin un aprovechamiento.
La Comisión Europea ha adoptado un ambicioso paquete de medidas sobre la economía circular para impulsar la competitividad, crear empleo y generar un crecimiento sostenible, denominado Plan de Acción para la Economía Circular, cuyos objetivos se centran en la obtención de nuevos y mayores beneficios de las materias primas, en mantener el valor de los productos y los recursos durante el mayor tiempo posible, en la reducción de la generación de residuos, reduciendo al mismo tiempo el impacto ambiental de su explotación y en aprender a convertir en nuevos recursos lo que antes eran desperdicios. El Plan integra a todos los sectores y procesos de producción, de tal forma que quedan incluidos los que abarca la propia bioeconomía. Adicionalmente entre las áreas prioritarias que destaca el Plan, la quinta se refiere a Biomasay bioproductos mencionándose expresamente que “la bioeconomía brinda alternativas a los productos y la energía derivados de combustibles fósiles, y puede contribuir a la economía circular”.