Día Mundial del Agua 2018
«Naturaleza para el agua»
Este año, el Día Mundial del Agua 2018 se celebrará con el lema “Naturaleza para el agua”, la razón es que se tratarán soluciones basadas en la naturaleza para abordar los desafíos del agua en el presente siglo. Son soluciones para afrontar los principales desafíos sociales, el cambio climático, la seguridad hídrica, la seguridad alimentaria, la salud humana, el desarrollo socioeconómico y la prevención de desastres naturales.
El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua 2018, celebración que en esta ocasión tiene como lema la “Naturaleza para el agua”, y es que se tratarán las posibles soluciones basadas en la naturaleza para hacer frente a los desafíos del agua en el siglo XXI. El agua es un bien preciado que cada vez está más limitado, el daño ambiental y el cambio climático están impulsando las crisis relacionadas con el agua en todo el mundo, sequías, inundaciones y su contaminación, empeoran con la degradación de la vegetación, el suelo, los ríos y los lagos.
Al descuidar el ecosistema se hace más complicado proporcionar a todo el mundo el agua que se necesita para sobrevivir y prosperar, las posibles soluciones basadas en la naturaleza tienen la capacidad de resolver varios de los desafíos relacionados con el agua. La organización del Día Mundial del Agua comenta que es necesario hacer mucho más con la infraestructura ‘verde’ y armonizarla con la infraestructura ‘gris’ siempre que sea posible, sin duda, una complicada y difícil comunión. Se aboga por volver a equilibrar el ciclo del agua a través de la plantación de nuevos bosques, la restauración de los humedales, etc., con ello se mejorará la salud y medios de subsistencia de los seres humanos.
Las soluciones basadas en la naturaleza
Las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) son un nuevo concepto que abarca a todas las acciones que se apoyan en los ecosistemas y los servicios que estos proveen, para responder a diversos desafíos de la sociedad como el cambio climático, la seguridad alimentaria o el riesgo de desastres.
Las SbN se pueden considerar como un concepto paraguas que incluye una serie de enfoques diferentes como la Adaptación Basada en Ecosistemas. Estos enfoques nacen de distintas disciplinas pero comparten un mismo interés en utilizar las funciones de los ecosistemas para resolver los problemas que enfrentamos, en lugar de depender solamente en soluciones convencionales.
Los Enfoques de SbN pueden ser utilizados en combinación con otros tipos de intervenciones. Por ejemplo, los desafíos en seguridad alimentaria pueden ser resueltos de mejor forma si se combinan SbN (como los sistemas agro-forestales o la restauración de humedales), con soluciones más convencionales (como mejorar la distribución y acceso a alimentos, o políticas de comercio que apoyan a productores locales). Estos enfoques también pueden generar múltiples beneficios para la población y la biodiversidad, y al mismo tiempo representan una medida confiable para fortalecer la resiliencia frente al cambio climático.
En el caso del sector hídrico, existe una diversidad de formas de apoyarse en los ecosistemas para complementar las soluciones a distintos desafíos que por lo general suelen resolverse solo con obras de infraestructura gris. Los ecosistemas y sus funciones pueden servir también como una forma de infraestructura verde y en muchos casos ser soluciones más costo-efectivas.
Problemas como las inundaciones, deslaves, o la preservación de caudales de agua, pueden resolverse a través de la conservación y restauración ecológica de cuencas hidrográficas. Prácticas como la reforestación y restauración de ecosistemas riparios pueden ser implementadas con el fin de estabilizar cauces de ríos y prevenir desbordamientos; la creación de zonas naturales de inundación para retener agua en episodios de lluvias extremas; o la depuración y mejora de la calidad del agua a través de sistemas de humedales (fito-remediación), son solo algunos ejemplos de SbN cada vez más aplicados en la gestión integrada de cuencas y en la planificación urbana.
Los enfoques tradicionales de ingeniería para infraestructura hídrica como represas, diques, o plantas de tratamiento de aguas, tienen muchas limitaciones. Estos proyectos de ingeniería requieren grandes inversiones de capital para su construcción, operación y mantenimiento, y pueden tener consecuencias devastadoras para el entorno natural. Adicionalmente, estas estructuras suelen ser poco flexibles para adaptarse a los cambios y las incertidumbres de tipo climático o socio-económico. Los ecosistemas y sus servicios pueden ofrecer una gama más flexible de soluciones y al mismo tiempo pueden proteger y complementar el buen funcionamiento de la infraestructura gris.
Los bosques y matorrales dentro de una cuenca pueden ayudar a prevenir la erosión y consecuente sedimentación de reservorios de agua, un problema que limita la capacidad de almacenamiento y afecta el funcionamiento de turbinas de generación hidroeléctrica, siendo este un importante aporte al tiempo de vida útil de un embalse y un valioso ahorro en términos económicos.
Históricamente, el reconocimiento del rol fundamental que juegan los ecosistemas en apoyar el bienestar humano ha sido un pilar de la cosmovisión de muchos pueblos indígenas alrededor del mundo. Sin embargo, solo en décadas recientes la idea de servicios ecosistémicos se ha establecido en la literatura científica moderna.
En la década de los noventas, el llamado a una visión más sistémica, que comprenda mejor las relaciones entre la naturaleza y el humano, llevó al desarrollo de nuevos enfoques. Un producto de este cambio de visión fue la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (2005), un programa de trabajo internacional que provee una amplia base de evidencias para apoyar la formulación de políticas de conservación, restauración y gestión sostenible de los ecosistemas considerando las crecientes demandas sobre los servicios ecosistémicos.
Entrado el siglo XXI, emerge el término de Soluciones basadas en la Naturaleza, consolidando un cambio de perspectiva: entendiendo que la población no es solo un beneficiario pasivo de los productos y servicios de la naturaleza, sino que también puede proteger, gestionar y restaurar proactivamente y de forma estratégica los ecosistemas, ayudando así a resolver los desafíos de desarrollo y reducción de la pobreza.
Los beneficios económicos de los ecosistemas bien gestionados y los servicios que proveen son un aspecto cada vez más reconocido en el desarrollo de proyectos. Un paisaje natural planificado de forma estratégica para conservar y restaurar las funciones de los ecosistemas, de tal manera que generen beneficios asociados para la población, se convierte en una forma de infraestructura natural. Cuando la infraestructura construida (gris) se combina con infraestructura natural se generan soluciones más eficientes que pueden ayudar a reducir costos en las inversiones relacionadas al sector hídrico y agrícola, aumentar la resiliencia frente al cambio climático y proveer beneficios sociales, ambientales y económicos adicionales.
La UICN promueve las Soluciones Basadas en la Naturaleza como un importante componente en las políticas para el desarrollo de los países y como una estrategia efectiva para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
¿Por qué la restauración de los humedales es esencial para un futuro urbano sostenible?
La organización del World Water Day explica que la urbanización es una de las principales mega-tendencias definitorias de nuestro tiempo, transformando completamente dónde y cómo vivirá la gente en el futuro. Se calcula que el número de mega ciudades con más de diez millones de habitantes pasará de 31 a 41 en el año 2030, el desarrollo de los asentamientos humanos es una de las grandes preocupaciones para la conservación y el uso racional de los humedales.
A medida que las ciudades crecen y aumenta la demanda de tierras, se invaden estos espacios que, en ocasiones, se consideran terrenos baldíos disponibles para arrojar desechos o utilizarlos para otros fines. Abogar por su conservación y uso sostenible permite proporcionar a las ciudades múltiples beneficios económicos, sociales y culturales, se trata de terrenos valiosos que deberían integrarse en los planes de desarrollo y gestión de las ciudades.
La contaminación del agua es un tema preocupante, un ejemplo es la cantidad de partículas de plástico presentes en ella, se calcula que el 80 por ciento del agua corriente del mundo contiene partículas microscópicas de plástico, a esto hay que sumar que más de un tercio de los peces y el marisco que habita en los ecosistemas marinos contiene plástico. La solución propuesta es una economía circular que imite los procesos naturales de los que nos hemos alejado, es necesario aprender a integrar los ciclos naturales de la Tierra en el sistema económico.
La contaminación que está sufriendo el agua es un desafío global que ha aumentado en todo el mundo, socavando el crecimiento económico y la salud física y ambiental, siendo los asentamientos humanos, las industrias y la agricultura las principales fuentes de contaminación del agua. Hasta el 80% de las aguas residuales se vierte sin ser tratada a los ríos y mares, la industria es responsable de verter cada año millones de toneladas de metales pesados, lodos tóxicos y otros residuos. La agricultura es responsable del 70% de las extracciones de agua en todo el mundo, jugando un papel importante en su contaminación, las granjas descargan grandes cantidades de agroquímicos, materia orgánica, residuos de medicamentos, sedimentos y otros elementos en el agua, una contaminación que plantea graves riesgos para los ecosistemas acuáticos, la salud humana y las actividades productivas de las sociedades.
Agua y Cambio Climático
En Andalucía se trabaja desde hace tiempo en la lucha contra los efectos del calentamiento global, de ahí que se esté tramitando una Ley de Cambio Climático, con objeto de dar soporte jurídico a las medidas que se están tomando desde hace más de 15 años. Con ella, se da un paso más en la exigencia de los compromisos que tiene en esta materia el territorio andaluz.
Según las previsiones de cambio climático para Andalucía, la tendencia hacia el incremento de temperaturas y la reducción de precipitaciones puede conducir al aumento en la intensidad y la duración de los periodos de sequía en determinadas áreas de nuestra comunidad. Fiscal ha recalcado que ante esta situación, el Gobierno andaluz «no se pone de perfil, sino que trabaja para implementar acciones frente al cambio climático, con la mejor herramienta que tiene a su alcance, como es el ámbito legislativo». En este sentido, el anteproyecto de Ley Andaluza de Cambio Climático establece 12 áreas estratégicas prioritarias para la adaptación al cambio climático en Andalucía, ente ellas las relacionadas con los recursos hídricos y las inundaciones.
Planes Hidrológicos de Andalucía
La problemática de la gestión del agua está reflejada en los Planes Hidrológicos de las cuatro cuencas que discurren por Andalucía, unos planes que han sido aprobados por el Gobierno central y que establecen una serie de objetivos medioambientales con un horizonte temporal al año 2021. Los objetivos de la planificación hidrológica reflejan los tres grandes problemas del agua en Andalucía, la cantidad y el reparto del recurso, la calidad del agua, y los fenómenos extremos, y entre estos, la sequía.
En Andalucía conviven diferentes administraciones en la gestión del agua, como el Estado, la Comunidad Autónoma y las entidades locales, “y todas deben ser un ejemplo de coordinación, colaboración y lealtad institucional con el objeto de prestar el mejor servicio a los ciudadanos”.
La Planificación Hidrológica es el principal instrumento de gestión de los recursos hídricos de un territorio. A la Junta de Andalucía le corresponde la elaboración de los Planes hidrológicos intracomunitarios: Tinto, Odiel y Piedras; Guadalete- Barbate; y Cuencas Mediterráneas Andaluzas.
Dichos planes hidrológicos fueron informados favorablemente por el Consejo Nacional del Agua en su reunión del día 28 de octubre de 2015, por lo que se procedió su aprobación mediante el Real Decreto 11/2016, de 8 de enero.
Los planes aprobados corresponden al ciclo de planificación 2015-2021 y sustituyen a los planes del ciclo anterior 2009-2015, que quedan derogados.
Otras demarcaciones hidrográficas del ámbito andaluz
La planificación hidrológica en las Demarcaciones Hidrográficas intercomunitarias corresponde a las Confederaciones Hidrográficas. Puede consultar los documentos y participar en los procesos de planificación de esas cuencas a través de los espacios específicos habilitados en las páginas web de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, de la Confederación Hidrográfica del Segura y de la Confederación Hidrográfica del Guadiana respectivamente.
Medidas del Plan Hidrológico del Guadalquivir hasta 2021
Se trata de un Plan concebido para garantizar la sostenibilidad del agua, un recurso natural fundamental para la vida en el contexto del cambio climático que está reduciendo la frecuencia de precipitaciones y elevando la temperatura media de las regiones
Con un horizonte de cinco años y una inversión de 2.392 millones de euros se acometerá un paquete de 873 medidas. Destacan:
-Las destinadas a la reducción de contaminación puntual con una inversión de 774 millones de euros.
-Las destinadas a reducir la presión por extracción del agua sobre los acuíferos con una inversión de 652 millones de euros.
-Medidas para incrementar los recursos del agua disponibles con una inversión de 434 millones de euros.
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