Se denomina energía renovable a la energía que se obtiene de fuentes naturales virtualmente inagotables, ya sea por la inmensa cantidad de energía que contienen, o porque son capaces de regenerarse por medios naturales.
Andalucía cuenta con un elevado potencial de energía renovable (sol, viento, biomasa, agua y geotermia) cuyo aprovechamiento origina unos elevados beneficios ambientales, sociales y económicos para la Comunidad. Estos recursos pueden convertirse en energía útil para ser consumida en nuestros hogares, industrias, edificios, instalaciones agropecuarias, en transporte, etc.
La Ley 2/2007 de Fomento de las Energías Renovables y el Ahorro y la Eficiencia Energética establece la primacía en el uso de las energías renovables. El Decreto 169/2011, por el que se aprueba el Reglamento de Fomento de las Energías Renovables, el Ahorro y la Eficiencia Energética en Andalucía desarrolla la aplicación de la Ley citada.
Andalucía ha apostado por la producción de electricidad con energías renovables, siendo pionera en el uso de la energía eólica y termosolar, contando con una gran experiencia en biomasa de la que hoy es la primera Comunidad Autónoma generadora de electricidad. En la actualidad, aproximadamente el 50% de la energía eléctrica que consumimos los andaluces es de origen renovable.
Entre los diferentes tipos de energías renovables encontramos los siguientes:
-
Energía Solar
Es la energía obtenida directamente del sol, en forma de calor o transformada en electricidad.
Energía solar fotovoltaica: Consiste en el aprovechamiento y transformación de la energía que recibimos del sol en energía eléctrica. La radiación solar llega a los módulos fotovoltaicos, produciendo una corriente eléctrica que puede consumirse directamente, almacenarse en baterías o adaptarse para ser incorporada a la red eléctrica.
Energía solar térmica: Aprovecha la energía recibida del sol para calentar un fluido que circula por el interior de un dispositivo de captación. Esta energía puede utilizarse para climatización de edificios y piscinas, producción de agua caliente o aplicaciones industriales.
Energía solar termoeléctrica: En las centrales termosolares, el sol calienta un fluido mediante dispositivos de concentración (espejos). Usando un intercambiador de calor, este fluido genera vapor de agua a presión que produce electricidad con un ciclo convencional. Éste, al pasar por una turbina conectada a un alternador, produce electricidad que se inyecta a la red.
La energía solar puede combinarse con otras energías renovables a través de tecnologías mixtas (fotovoltaica y eólica, solar térmica y biomasa, geotérmica y solar térmica, etc).
Una de las posibilidades que ofrece la energía solar fotovoltaica y eólica de pequeña potencia, es generar tu propia energía eléctrica (autoconsumo). Esto permite consumir la energía generada por nuestra instalación en los momentos en los que se precise, para atender las necesidades de nuestros hogares o edificios. Cuando no la necesitemos por no tener consumo eléctrico, la energía producida por la instalación se vierte a la red, vendiéndola en el mercado eléctrico.
Las energías renovables producen energía térmica en forma de agua caliente, calefacción, gases calientes para secado u horneado de productos, vapor e incluso frío para las industrias y la climatización de nuestros edificios. En Andalucía, más de 2.000 empresas usan las energías renovables para producción de calor.
-
Energía Eólica
La energía del sol calienta la atmósfera creando corrientes de aire o viento que mueven las aspas de los molinos, también llamadas turbinas eólicas o aerogeneradores, que transforman esa energía de movimiento en electricidad.
El aerogenerador es el sistema principal de la instalación. Sus palas se mueven por acción del viento y transmiten el movimiento a un eje central o buje. El aerogenerador puede transformar la energía captada del viento en energía mecánica, como en el caso de los molinos de bombeo, o en energía eléctrica mediante dispositivos mecánicos y eléctricos.
En las instalaciones minieólicas aisladas de la red se utilizan baterías para almacenar la electricidad producida para su consumo posterior en viviendas aisladas de la red eléctrica, pequeñas embarcaciones, riego de campos de cultivo, extracción de agua, etc. Los aerogeneradores aislados de la red suelen ser de pequeña potencia, generalmente entre 1,5 y 6 kW, y pueden complementarse con sistemas de otras energías renovables, como la fotovoltaica, a través de tecnologías mixtas.
Las plantas eólicas conectadas a la red, conocidas como parques eólicos, emplean aerogeneradores con una altura total de aproximadamente 120 metros, dependiendo del modelo del aerogenerador, y se instalan en tierra firme. En este caso, en el que se vierte a la red la energía generada, las potencias de los aerogeneradores han experimentado un enorme cambio en las últimas décadas, pasando de potencias de alrededor de 100 kW en la década de los 80, a los ya comúnmente instalados de 2 MW. Además, existen ya en el mercado máquinas de potencias superiores, de hasta 4,5 MW, que se están implantando en los nuevos parques eólicos. Así, en la actualidad, Andalucía cuenta en la provincia de Málaga con un parque eólico experimental de 18 MW en construcción que estará compuesto por 4 aerogeneradores de 4,5 MW de potencia unitaria.
Estos parques eólicos también pueden situarse en el mar. Para el aprovechamiento de la energía eólica marina se utilizan generalmente aerogeneradores de mayor potencia, de entre 3,5 y 5 MW.
Actualmente, Andalucía tiene una potencia eólica terrestre instalada de 3.324,3 MW, y se espera que, dado el alto potencial existente para la eólica marina en las costas andaluzas, principalmente en la zona de Cádiz y Huelva, en los próximos años cuente también con parques eólicos marinos conectados a red.
-
Energía Hidráulica
La energía hidráulica aprovecha los saltos de agua para obtener electricidad. Es la más extendida de las fuentes de energía renovable, ya que está presente en todos los países desarrollados del mundo. Para generar esta energía renovable se pueden construir presas artificialmente o aprovechar accidentes geográficos naturales para obtener energía hidroeléctrica.
Esta energía se denomina minihidráulica cuando tiene potencia menor de 10 MW. El impacto ambiental que generan es menor, al no tener que desviar el cauce natural del río, respetando su fauna.
Existen básicamente dos tipos de aprovechamiento hidráulico, según la tecnología empleada:
En las centrales de agua fluyente o en canal se desvía el curso fluvial mediante canales sobreelevando el nivel del agua hasta una “cámara”. Desde allí se lleva hacia la turbina, que convierte la energía de movimiento del agua en electricidad, que se inyecta a la red. Tras atravesar la turbina, el agua se devuelve al cauce natural del río.
Las centrales a pie de presa aprovechan el desnivel creado por la propia presa. Los caudales de salida se turbinan, y pueden regularse según los usos de la presa (hidroeléctricos, regadíos o abastecimientos).
España posee un gran parque hidroeléctrico, con unas 1300 centrales y 900 minicentrales que en total generan unos 23.000 MWh. En nuestro país esto supone el 18% del total de electricidad que producimos
En Andalucía existen un total de 91 centrales hidráulicas conectadas a red, que suman una potencia de 620,68 MW
-
Energías Marinas
Las energías marinas u oceánicas, se concentran en obtener la energía que lleva el agua. Dependiendo de la forma del agua, tendremos diferentes tipos y formas de obtener la energía.
Hay varias formas de aprovechar las energías marinas:
Energía de las olas o undimotriz: se utilizan distintos sistemas de captación para transformar la energía de movimiento de las olas en electricidad. A través de distintos sistemas de captación se transforma la energía del movimiento de las olas en electricidad.
Energía de las mareas o mareomotriz: Se construye un dique para hacer un depósito que se llena cuando sube la marea y se vacía cuando baja, pasando el agua por una turbina para producción de electricidad.
Energía de las corrientes marinas: se utiliza una tecnología similar a las turbinas eólicas. Las corrientes mueven unas palas y la energía del movimiento se transforma en electricidad.
Gradiente térmico: la diferencia de temperatura entre la superficie y el fondo del mar es aprovechable energéticamente mediante máquinas térmicas.
La tecnología que las aprovecha está actualmente en un estado muy incipiente de desarrollo.
Andalucía es la comunidad española con mayor longitud costera y presenta alto potencial en la utilización de este tipo de energía.
-
Energía Geotérmica
La energía geotérmica es una de las energías renovables menos conocidas. Aprovecha el calor interno de la Tierra para generar electricidad y/o calor, dependiendo del tipo de instalación.
El interior de la tierra almacena, en forma de calor, una importante energía renovable, la energía geotérmica. El subsuelo se convierte en un inmenso acumulador, una fuente de energía inagotable y limpia.
La temperatura de la tierra aumenta a medida que profundizamos hacia el interior. Según la zona geográfica, la temperatura es diferente y determina el posible aprovechamiento energético: electricidad y usos térmicos. Existen varios tipos de energía geotérmica:
Alta temperatura se usa para producir electricidad. Se da en determinadas zonas de la tierra que disponen de acuíferos cuya temperatura está comprendida entre 150 y 400ºC.
Temperaturas medias, en zonas con temperaturas en torno a los 70-150ºC, se pueden instalar pequeñas centrales eléctricas.
Baja y muy baja temperatura (entre 15 y 60º C), es una energía que podemos aprovechar para obtener calor y frío y sus aplicaciones son múltiples: Calefacción a través de suelos radiantes, radiadores, fancoils, agua caliente sanitaria, refrigeración, etc. por lo que su uso es posible tanto en el ámbito doméstico como en el industrial (viviendas, colegios, hospitales, hoteles, fábricas, invernaderos, instalaciones deportivas, centros comerciales, entre otros).
La potencia actual existente en Andalucía para satisfacer demandas de calefacción con instalaciones geotérmicas, supera los 4.846 kW, estimándose su aporte renovable en más de 599 tep.
-
Bioenergía
La bioenergía es un tipo de energía renovable procedente del aprovechamiento de la materia orgánica, de residuos de plantas, personas o animales. Dependiendo del origen de la bioenergía existen varios tipos, como el biogás, procedente del tratamiento de residuos orgánicos animales o la biomasa que se obtiene del procesamiento de materia orgánica, mayoritariamente agrícola o forestal. El biodiesel o los biocarburantes se consigue después de procesar aceites vegetales o grasas animales.
Biomasa es cualquier fracción biodegradable de productos y residuos de origen biológico procedente de actividades agrarias y pesqueras (residuos agrícolas y ganaderos), de la silvicultura (residuos forestales), así como la fracción orgánica de los residuos industriales y municipales. Ejemplos de ello en Andalucía son: poda de olivo y encina, hueso de aceituna y orujillo; y cáscara de frutos secos
Cuando la biomasa se procesa para uso energético se convierte en un biocombustible, que puede ser sólido (astilla, pellets o pequeños cilindros de madera triturada y prensada, hueso de aceituna limpio, etc.), líquido (biocarburantes líquidos, como biodiésel o bioetanol) o gaseoso (biogás o gas de síntesis).
Su contenido energético puede aprovecharse a través de diferentes procesos de transformación para obtener energía útil en sus diversas formas: energía térmica (calor), electricidad o energía mecánica (biocarburantes):
Biomasa térmica: el uso de biocombustibles en calderas, estufas, hornos o chimeneas produce calor para climatización (frío y calor), agua caliente sanitaria o proceso industrial.
Biomasa eléctrica: los biocombustibles se utilizan en calderas para producir vapor que se aprovecha en una turbina para generar electricidad. También pueden transformarse en gases (biogás en procesos de digestión anaerobia o gas pobre en procesos de gasificación) que se utilizan en turbinas de gas o motores alternativos.
Andalucía cuenta con un elevado potencial de biomasa, procedente en gran parte del cultivo del olivar e industrias relacionadas.
GENERACIÓN ELÉCTRICA CON RENOVABLES EN ANDALUCÍA
Las energías renovables supusieron a finales de 2016 el 38,8 % de la potencia eléctrica total de Andalucía, situándola en posiciones de liderazgo en potencia instalada.
A 30 de junio de 2022, Andalucía dispone de una potencia de 10.291,6 MW en instalaciones renovables, cogeneración y residuos, de los cuales 9.347,0 MW corresponden a potencia de origen renovable. Destacan la tecnología eólica (3.534 MW), la fotovoltaica (3.854 MW) y la termosolar (997 MW).
- En 2016 entró en funcionamiento la primera instalación de producción de biogás a partir de digestión anaerobia de purines. Está ubicada en el municipio de Campillos (Málaga) con una potencia instalada de 0,3 MW. Respecto al resto de plantas de biogás existentes en Andalucía, hay que distinguir las de aprovechamiento del gas de vertedero y las de producción de biogás por digestión anaerobia de lodos de depuradoras de aguas residuales.
De estas últimas, algunas no están conectadas a red, autoconsumiendo la energía eléctrica generada en la propia depuradora. En total existen en Andalucía 19 instalaciones de producción de biogás con una potencia total de 33,45 MW, de los que 27,40 MW están conectados a red y 6,05 MW utilizan el biogás generado para autoconsumo.
Andalucía lidera en España el sector de la generación de energía eléctrica con biomasa, con 18 instalaciones que suman 273,98 MW, gracias al importante potencial que nos aporta el cultivo de olivar y sus industrias asociadas. En los últimos años ha crecido de forma muy importante la energía generada a partir de cultivos energéticos, especialmente eucalipto. En agosto de 2012, ENCE puso en funcionamiento una nueva planta de generación de electricidad con biomasa en San Juan del Puerto, Huelva, con 50 MW de potencia instalada.
El crecimiento eólico andaluz ha experimentado un importante incremento en los últimos años. A 30/06/2022 esta región cuenta con una potencia total de 3.533,97 MW, que incluye la potencia de parques eólicos 3.533,71 MW, un aerogenerador de 0,1 MW conectado a red para autoconsumo e instalaciones minieólicas aisladas con una potencia total de 0,26 MW.
La energía hidroeléctrica no presenta un desarrollo tan importante como el resto de energías renovables en esta región. El clima seco de la región hace que la demanda de agua para abastecimiento de la población, regadíos y usos agrarios sea prioritaria frente a su utilización para usos energéticos. La mayor parte del potencial de este sector es debido a la rehabilitación y renovación de instalaciones ya existentes (normalmente muy antiguas) y aprovechamiento de presas aún sin explotar energéticamente. Aun así, Andalucía cuenta con 91 centrales en funcionamiento con un total de 650,68 MW; de éstas, 0,2 MW corresponden a una instalación aislada de la red. Las últimas centrales que han entrado en funcionamiento son la de Vadomojón, en la provincia de Córdoba, de 2,75 MW, y la del Salto del Diablillo, de 530 kW, en la provincia de Granada, que empezaron a operar en 2015.
Andalucía es la comunidad autónoma donde se instaló la primera planta termosolar eléctrica a nivel comercial, planta de tipo torre con heliostatos. Andalucía cuenta con veintidós centrales termosolares en funcionamiento, tanto de tecnología de torre como de tecnología de colectores cilindro parabólicas, y con dos instalaciones experimentales de discos Stirling para investigación. Esto ha originado que Andalucía sea la comunidad autónoma que cuenta con mayor potencia instalada, 997,40 MW actualmente.
En la última década se han estado llevando a cabo instalaciones fotovoltaicas conectadas a red en tejados de edificios, integradas en los núcleos urbanos, tanto en edificios públicos como privados, favoreciendo de esta forma la difusión de esta tecnología limpia de generación eléctrica distribuida. También han proliferado, de manera muy destacada, las pequeñas centrales fotovoltaicas de 2 MW a 10 MW de potencia. Además, en esta región se utilizan frecuentemente los sistemas fotovoltaicos aislados para la electrificación rural de viviendas, bombeos de agua, etc. Andalucía dispone de una notable potencia fotovoltaica conectada a red con 879,73 MW en funcionamiento y 9,92 MW en sistemas aislados.
• Andalucía cuenta además con una instalación renovable que emplea una energía residual (frío procedente de la vaporización de gas natural licuado) para generar electricidad aprovechando las diferencias de temperatura entre la corriente de gas natural licuado y el medioambiente, en concreto, la masa oceánica atlántica. Dicha instalación, de tecnología de cogeneración de cola, está registrada como una instalación oceanotérmica (incluida en la CNMC como “otras tecnologías renovables”). Esta instalación es de 4,5 MW y se ubica en Palos de la Frontera, provincia de Huelva.