ESTRATEGIA ENERGÉTICA DE ANDALUCÍA 2020
- On 6 julio, 2017
- 0 Comentarios
- energía
La Unión Europea afronta en los últimos años una etapa de trasformación para adaptarse a una nueva realidad marcada por la amenaza del cambio climático, la presión sobre los recursos, el envejecimiento de la población o la globalización, en un contexto de crisis económica mundial que ha minado el progreso económico y social de Europa.
Para salir de esta crisis reforzados y lograr un futuro sostenible, la Unión Europea ha trazado una estrategia política de cara a 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, que afronte de manera urgente los retos que se plantean.
Dicha estrategia identifica como ámbito prioritario de actuación la energía, recogiendo como uno de los cinco objetivos principales para la Unión en 2020 el objetivo “20/20/20” en materia de clima y energía.
Para alcanzar estos logros Europa considera que las regiones desempeñan un papel fundamental para guiar el cambio mediante el respaldo a acciones en los ámbitos del clima, la energía y el medio ambiente, dirigidas a obtener los máximos resultados en términos de crecimiento sostenible.
La Junta de Andalucía se siente comprometida con esta estrategia marcada por la
Unión Europea y es por ello que el Consejo de Gobierno, en reunión celebrada el 26 de febrero de 2013, aprobó el Acuerdo de Formulación de la Estrategia Energética de Andalucía 2014–2020.
La planificación energética tiene un enorme impacto en la economía regional y cobra una especial relevancia en el contexto actual. Asimismo, la planificación económica constituye uno de los fundamentos de la actuación de los poderes públicos de la Comunidad Autónoma de Andalucía en el ámbito económico, como establece el artículo 157.1 del Estatuto de Autonomía para Andalucía.
En desarrollo de este precepto, la Junta de Andalucía incide en la importancia de la recuperación de la economía andaluza mediante el desarrollo de un modelo energético adaptado a la situación actual, sustentado en los pilares de la participación, la igualdad, la sostenibilidad y la innovación, y que coincide, en lo esencial, con el planteamiento establecido por la Comisión Europea.
La alta dependencia energética de combustibles fósiles que tiene Andalucía, el precio de la energía y su impacto económico en todos los sectores, además de la necesaria concienciación ciudadana respecto a la importancia de un uso racional y eficiente de la energía, son factores que hacen imprescindible el establecimiento de una política energética que propicie una estrategia a medio/largo plazo consensuada con todos los agentes involucrados. Además, debe garantizarse, por la calidad de vida de la ciudadanía andaluza y para favorecer un desarrollo económico equilibrado y sostenible, contar con un sistema energético seguro, estable y respetuoso con el medio ambiente.
Por otro lado, deben tenerse en cuenta y valorarse las ventajas y oportunidades con las que cuenta Andalucía:
- Los importantes recursos renovables cuyo aprovechamiento reduciría de forma considerable la dependencia exterior y las emisiones contaminantes derivadas de su uso, además de la promoción de empresas locales muy distribuidas con la consiguiente generación de empleo.
- El elevado potencial de ahorro energético y mejora de la eficiencia energética existente en todos los sectores de actividad, cuya puesta en valor incrementaría la competitividad de las empresas y mejoraría las economías domésticas y del sector público.
Teniendo en cuenta estos factores, se iniciaron las actividades de planificación en 1995 a través del Plan Energético de Andalucía 1995-2000, al que siguió el Plan Energético para Andalucía 2003-2006 y el Plan Andaluz de
Sostenibilidad Energética 2007-2013 (PASENER), aprobados estos dos últimos en Consejo de Gobierno.
El PASENER 2007–2013 afianzó las bases actuales de la política energética de
Andalucía, manteniendo a día de hoy la validez de su mensaje. Si se revisan los documentos de planificación energética más actuales, éstos siguen la senda marcada por el PASENER en cuanto a su discurso, introduciendo nuevos conceptos asociados a la democratización de la energía en el sentido de permitir el acceso tanto a la generación por parte de la propia ciudadanía, como la gestión y buen uso de la misma (que ya se esboza en el propio plan) o los sistemas inteligentes (smart) y, asociado a esto último, el autoconsumo.
Los objetivos del PASENER presentan un alto grado de cumplimiento. La finalización de su período de planificación, unido a un nuevo marco europeo y unos nuevos objetivos centrados en el cumplimiento de la Estrategia europea para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, hace plantear la conveniencia de la redacción de una Estrategia Energética a 2020.
El carácter transversal de la energía sobre los distintos ámbitos de actividad hace que necesariamente la planificación energética también deba serlo. Este encaje transversal de la Estrategia Energética de Andalucía se garantiza mediante la coherencia de sus principios con la Agenda por el Empleo. Plan Económico de Andalucía 2014-2020. Estrategia para la Competitividad, que constituye el marco estratégico de desarrollo para Andalucía. En concreto, en lo que respecta a su Eje Ecoeficiencia y energías renovables.
Además, al tener consideración de plan con incidencia en la ordenación del territorio, se hace eco de los principios inspiradores del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POT A) y con la Estrategia Andaluza ante el Cambio Climático, en la medida en que considera la energía como una oportunidad para contribuir a una mayor vertebración del territorio andaluz.
La elaboración de esta Estrategia Energética se ha llevado a cabo en el seno de la
Comisión de Redacción constituida por las distintas consejerías de la Junta de
Andalucía, mediante la aplicación directa de la gobernanza en el proceso de planificación, articulada para su implantación en la sociedad y por tanto más legitimada si es ésta la que participa activamente en su gestación y en sus logros. Se ha contado con la opinión de una amplia representación de los diferentes actores, sectores y colectivos involucrados o con intereses en el sector energético, mediante la puesta en común en sesiones de trabajo mantenidas con distintos grupos de trabajo. La amplia participación ciudadana se ha garantizado mediante la apertura del proceso de elaboración en su inicio a través de una plataforma digital y, posteriormente, con la apertura del periodo de información pública previo a la aprobación del documento en Consejo de Gobierno.
0 Comentarios