PRESA DE ALCOLEA: INTERESES SECTORIALES CONTRA CONOCIMIENTO CIENTÍFICO E INDEPENDIENTE
- On 20 octubre, 2021
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Gracias al trabajo de científicos españoles expertos en la materia, la consultora holandesa Deltares reconoce sus errores y rectifica el informe con el que la Junta de Andalucía pretendía avalar la calidad de las aguas ácidas del embalse de Alcolea.
La Asociación de Promotores de Regadíos de Huelva se resiste a aceptar la rectificación y sigue acusando a la Fundación Nueva Cultura del Agua y a WWF España de ignorancia y falsificación.
A comienzos de este año el informe técnico de la Fundación Nueva Cultura del Agua y WWF España Estudio de casos para la aplicación de la metodología sobre la recuperación de costes de los servicios del agua. El embalse de Melonares y la presa de Alcolea. España demostró que la presa de Alcolea no es un proyecto viable. Además de graves deficiencias económicas, sociales y ambientales, el proyecto no aborda adecuadamente el problema de la calidad de las aguas embalsadas, cuya elevada acidez y gran contenido en metales pesados limita severamente la posibilidad de su uso. Con estas razones la FNCA y WWF, demandaron una moratoria de la obra hasta la realización de una evaluación ambiental estratégica de todo el proyecto y un análisis de los costes que consideren conjuntamente el embalse, los regadíos del Canal de Trigueros y el eventual trasvase de sus aguas a la corona forestal de Doñana.
Pocas semanas después de hacerse público el informe de FNCA-WWF, la Junta de Andalucía presentó otro informe encargado a la consultora holandesa Deltares titulado “Síntesis sobre los posibles impactos en la calidad del agua de la futura presa de Alcolea”, en el que se afirmaba que la calidad del agua en el embalse mejorará significativamente hasta ser apta para el riego. El informe sólo usó para su estudio la información aportada por el cliente (la Junta de Andalucía), ignorando la amplia bibliografía científica existente y manejando datos parciales e incompletos.
El sucinto informe de Deltares, que ya ha sido desautorizado por la propia consultora, se caracteriza por una gran falta de rigor científico, contiene graves confusiones e inconsistencias, asunciones no fundamentadas y errores de redacción. Destaca la falta de conocimiento que demuestra sobre la situación actual del río Odiel y los vertidos mineros concretos que recibe, así como sobre el drenaje minero en general. Solo se estima la contaminación aportada por el río Oraque y el río Odiel justo después de la confluencia con el Olivargas, sin considerar los aportes de las minas de Almagrera, Tinto Santa Rosa, Sotiel, Torerera, Campanario y otras de menor entidad. Además, el informe no justifica el cálculo para la reducción de la contaminación por cobre en el embalse del Sancho y es contradictorio con otros estudios previos. Así mismo, el cálculo del pH (indicador que mide la acidez del agua) del futuro embalse de Alcolea incurre en cuatro errores graves. En primer lugar, se basa en una metodología incorrecta al considerar sólo la acidez protónica y no la que producen metales como el hierro, el aluminio y otros elementos al precipitar. En segundo lugar, utiliza numerosas simplificaciones que introducen una gran incertidumbre en los resultados. En tercer lugar, no se justifica el incremento de pH de 1.3 que se añade a los resultados calculados y se elige, sin ninguna discusión, el valor de pH más elevado de los obtenidos por los dos métodos aplicados, reduciendo de esta manera los niveles previstos de acidez de las aguas.
Sobre la base de estos datos, el pasado mes de mayo la FNCA y WWF España se dirigieron a Deltares indicándoles que su informe infringía sus propios Principios de Trabajo y su Código de Conducta, que obligan a aplicar el principio de precaución a retos ambientales y a producir servicios de alta calidad y basados en evidencias. Además de infringir sus propias normas, el informe de Deltares dañaba la reputación de WWF y la FNCA y ha sido utilizado por la Junta de Andalucía para defender y justificar activamente la continuación del proyecto inviable de la presa de Alcolea, en contra de serias objeciones incluidas en la documentación del Plan Hidrológico del Tinto-Odiel-Piedras (Esquema provisional de Temas Importantes). Sobre esta base, la FNCA y WWF España solicitaron a Deltares la revisión del informe.
Tras un prolongado intercambio de documentos, publicación del problema en redes sociales de carácter profesional y reuniones entre los equipos técnicos de ambas partes, Deltares ha procedido a rectificar rotundamente el contenido de su informe. Con fecha 1 de septiembre ha redactado una Adenda a su Informe en la que, reiteradas veces, insisten en que su “rápido trabajo” estuvo “exclusivamente basado en los datos aportados por su cliente” (la Junta de Andalucía) y que el informe no avala la adecuación de la calidad del agua del futuro embalse a los usos agrarios o de otro tipo para los que se justifica. Deltares, que no está dispuesta a sacrificar su prestigio y credibilidad internacional con este asunto, reconoce con toda claridad que el pH del embalse fue estimado de manera simplificada. También argumenta que la información sobre la existencia de minas en funcionamiento que contribuyen a la polución actual de los ríos no estaba incluida en los datos que su cliente le facilitó. La Junta de Andalucía requirió que, para simplificar el análisis, los cálculos se hiciesen solo con la información proporcionada por ella misma. Contra lo que se difundió, Deltares niega que su informe valorara las implicaciones de la calidad del agua para usos agrícolas o de otro tipo. Responder a esa pregunta, afirman, requiere estudios más completos y detallados, como los propios técnicos de la Junta ya habían manifestado, apuntando en 28 ocasiones dudas sobre el uso de las aguas de la presa.
Deltares ha pedido a su cliente, la Junta de Andalucía, que publique la Adenda con la que rectifica su informe. Hasta el momento la Junta no lo ha hecho. Sí se ha pronunciado, en cambio, el presidente de Asociación de Promotores de Regadíos de Huelva, quien elude el reconocimiento de los datos objetivos y la argumentación científica, situándose en el campo de los exabruptos y las descalificaciones personales.
FNCA
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